Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Nanas de la cebolla
Miguel Hernández
2 comentarios:
Esta canción le cantaba yo a mis hijos para dormir, y quedaban secos en la cama. Se las recomiendo.
Duermen como nunca!!!
Ahora no hay quien los haga ir a dormir. Pero no me importa, me duermo yo y que ellos hagan lo que quieran, por ahora siempre están en casa.
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