Recuerdo imborrable de mi amigo. Muchas horas de estudio, confidencia y grappa con limón. Un imborrable. La muerte no puede ser tan cruel, en algún lado nos tenemos que encontrar. Te quiero Walter, como siempre y para siempre.
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3 comentarios:
anonimo no puede mas que hacer una reverencia a tan sentido texto.
salud
Quedate tranquilo Daniel, que en este universo en que los físicos dicen no se pierde un solo átomo, ¿como se va a perder un alma, un sentimiento, un corazón?
Qué cosa triste debe ser perder a un amigo. Y qué absurdo esto de "no saber adónde vamos, ni de dónde venimos".
Quién sabe lo que haríamos si lo supiéramos. Tal vez la vida perdiera la emoción y nosotros las ganas de vivirla como esa incógnita que a veces nos llega a sorprender tan gratamente.
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