Barcelona, 2004. La última foto con mi tío Juan Carlos. En uno de esos tantos bares que tiene Barcelona en el "enxample", con 3 o 4 mesas y una barra, atendido por su dueño Josep. Estando Juan Carlos, a la hora de cerrar se iba todo el mundo menos él, y sus invitados. A partir de esa hora la consumición corría por cuenta de Josep. Imaginen ustedes el estado final de los contertulios. Aquí se coló un Argentino -de Rosario - que toca las castañuelas...
Era tal la devoción de Juan Carlos por Borges, que parece que la vida lo fue mimetizando, y al fin de sus días se diría que se le pareció. Nunca conocí a nadie que conociera y dominara de tal forma la obra, la vida y el pensamiento de Borges. Se extraña Juan Carlos.
4 comentarios:
Que bueno poder conservar en nuestro pensamiento estos recuerdos,una foto contiene momentos y pasajes de nuestra vida que mi caso ciertas veces me ayuda a hacer autocríticas de errores que he cometido y no quiero volver a cometer.Saludos colega y nos vemos seguido.
Hasta el perfil tenía borgiano, este señor. Me hubiera gustado conocerlo para aprender de Borges. Esas cosas que la la Facultad no enseña. O será que "Per natura non da, Salamantica non presta"...
tanto es asi que el (juan carlos) imaginaba el paraiso bajo la especie de una biblioteca.
en realidad no la imaginaba!!!
vivia dentro de ella
Creo que desde que se fue de Montevideo no volvi a verlo ni aún en fotos. Un tipo excelente. Mi perfil, menos literario, llegó a admirarlo por otros aspectos de su personlaidad, como por ejemplo la exquisitez a la hora de escuchar música en aquel Grundig que me hacía caer la baba.
Brindo a su salud!.
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